Con la punta del lapiz, puedo escribir para conquistarte. Atarte a dos o tres promesas; delinear nuestra existencia con algunas frases hechas.
Desprecio sin embargo el trozo de madera, y prefiero recorrerte con mi lengua, con la punta de mis dedos, con el aire de mis muelas.
2 Comments:
milagrooooo
Mitad tocayo telenovelero, yo lo saludo.
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